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Arboles muertos y mucha tinta

Ama de casa desesperada

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La devoradora (Naked desire)
Autor: Henry Lewis Nixon
Colección: Apasionada nº19
Edita: Calypso, Buenos Aires, 1959

Este libro es un típico ejemplo de lo que en Estados Unidos se conoce como "sleaze paperbacks", las novelas que en los años cincuentas y sesentas eran el equivalente de la pornografía soft, novelas llenas de mujeres insatisfechas, sexo implícito (si, implicito: cada vez que se va a la cama ocurre el equivalente literario del fundió a negro) y una misoginia galopante, para que el macho promedio de la época sepa que al final, las cosas vuelven a su lugar. Que en el caso de la mujer es la casa.
Y este es un típico ejemplo de este subgénero. Jacqueline Shannon es una joven ama de casa casada con un médico como treinta años mayor que ella. Y el doctor es rico, simpático, inteligente y cariñoso… pero ya no le da bola en lo sexual a su mujer. Que va a hacer lo que cualquier mujer sensata haría en una situación así: buscarse un amante.
Claro a partir de ahí la misoginia comienza a apuntarle mal a la mina. O sea, el primer amante, despues de andar persiguiéndola como loco, una vez que tuvo un polvo se aburre de ella. Tiene un encuentro ocasional con un chico y el pendejo la trata de ninfómana. Y finalmente su segundo amante (un joven y promisorio pintor) asegura que ha sido ella la que le ha destrozado su talento. Y lo peor: todo el mundo dice lo mismo. Parece que para ser artista hay que ser monje de clausura... Es lógico que todo termine mal para la protagonista, en un final brutal.
La verdad que esto se considerara erótico en esos años nos indica que la verdad algo hemos avanzado cuando nos relacionamos con las personas del otro sexo. La novela está a milímetros de decir que la protagonista es una puta descarada, cuando la realidad es que es un ama de casa solitaria y desesperada que parece buscar más compañía y cariño con alguien de su edad que sexo. Y el sexo parece algo sórdido, deprimente, que te hace sentir culpable.
Como documento de las actitudes de la época ante la mujer, este libro es impecable. O sea, si van a hacer una tesis sobre la liberación femenina en el tiempo, tienen que leer este libro, porque carga con más estereotipos de los que se pueden nombrar en estas líneas. Ahora, si querían un relato erótico interesante, olvídense. Es muy deprimente para siquiera empezar a calentar… y encima las escenas íntimas están apenas sugeridas.
Y a la tapa le falta gancho: hay una chica en ropa interior y con whisky, peor le falta glamour al dibujo.
O sea, ni eso mire...

2 comentarios

roberto -

Y si. esto es el equivalente literario de las pelis de Russ Meyer y drew friedman.
Sexo bien impuro , nada de prono alegre donde cogen por coger: tiene que haber una moral implicita aca

txolo -

Seguro que muchos yankis se ponian brutisimos con estas cosas